Creer antes de ver: la fe que construye lo invisible
No siempre tendrás pruebas para sostener tus sueños, pero eso no significa que no sean posibles.
Hay certezas que no nacen de lo que ves, sino de lo que sientes. Y a veces, solo cuando te atreves a creer de verdad, el mundo empieza a responder.
Con esta frase entendí por qué algunos llegan tan lejos, y otros se quedan a mitad del camino.
Porque el verdadero cambio no empieza fuera, empieza dentro.
En esa parte de ti que decide apostar incluso cuando todo parece en tu contra.
En esa voz que dice “es posible”, mientras todo lo externo te dice que no.
La mayoría de las veces, la vida no te va a mostrar el mapa completo. Te va a dar apenas una chispa, una idea, un deseo que se asoma tímidamente… y el resto depende de ti. Depende de si te lo crees. De si te comprometes antes de que haya resultados. De si estás dispuesto a actuar con fe incluso cuando no hay garantías.
La diferencia entre quien llega y quien se queda muchas veces no es el talento ni la suerte. Es la fe. Esa fe que construye, que trabaja, la que te sostiene en silencio cuando nadie te aplaude y tú aún no ves nada claro.
Creer es una práctica.
Es elegirte todos los días, incluso cuando las circunstancias no te lo hacen fácil.
Es moverte como si ya fueras.
Hablar como si ya creyeras.
Actuar como si supieras que todo lo que imaginas ya está en camino.
No necesitas que los demás lo vean.
No necesitas que todo esté listo.
Solo necesitas esa fuerza interna que no depende del momento perfecto, ni del apoyo externo.
Si tú no lo crees primero, nadie más lo hará por ti.
Y si esperas a que todo se alinee para moverte, puede que te pases la vida entera esperando.
Yo prefiero creer.
Incluso cuando no veo.
Incluso cuando nadie lo entiende.
Incluso cuando aún no tengo pruebas.
Yo lo creo.
Y después lo veo.
Porque si no empiezo creyendo, no hay nada que ver.
Porque si no me comprometo con mi visión, nadie más lo hará.
Y porque esa es la única forma de construir una vida que se parezca a mí.
Tú también puedes.
Buena reflexión. ¿Valdría “confianza” en lugar de “fe”?
Excelente reflexión.